Medellín enfrenta un preocupante incremento en los asesinatos de habitantes de calle, un grupo históricamente vulnerable y expuesto a violencias que rara vez se denuncian. Las autoridades confirmaron nuevos casos ocurridos en los últimos días, lo que ha encendido alarmas entre organizaciones sociales y defensores de derechos humanos.
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Un panorama que se agrava para la población más vulnerable
Los recientes hechos se suman a una tendencia que ha ido en aumento durante el año, con agresiones que ocurren en zonas céntricas y corredores donde estas personas suelen pernoctar o buscan alimentos.
La mayoría de víctimas eran hombres adultos, en situación de abandono social y con escasas redes de apoyo, lo que dificulta la identificación inmediata y el avance de las investigaciones.
Organizaciones comunitarias describen estos asesinatos como “violencias silenciosas”, pues —a diferencia de otros homicidios— casi nunca generan denuncias formales ni tienen testigos dispuestos a declarar.
Autoridades investigan patrones y posibles responsables
La Policía Metropolitana informó que adelanta pesquisas para esclarecer si los casos recientes tienen relación entre sí, si corresponden a ataques aislados o si existe algún tipo de estructura o persona que esté agrediendo a esta población vulnerable.
La Fiscalía, por su parte, aseguró que activó equipos especiales para revisar cámaras en sectores críticos y recopilar información de unidades de calle que interactúan con las víctimas.
Las autoridades insisten en que no se tolerará ningún tipo de violencia contra habitantes de calle y que los homicidios están siendo priorizados dentro de las investigaciones de homicidio del Valle de Aburrá.
Llamado urgente a la protección y al acompañamiento social
Colectivos que trabajan con personas en situación de calle piden reforzar la presencia institucional en los sectores donde se han presentado los casos, así como fortalecer rutas de atención, alimentación, refugio nocturno y acompañamiento psicosocial. También señalaron que estos asesinatos evidencian la necesidad de políticas públicas sostenidas, que garanticen seguridad, salud y dignidad para quienes viven en la calle.
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